El yacimiento arqueológico precolombino, enclavado cerca de la ciudad argentina de Santa María, en la ribera del río del mismo nombre. Toda la zona ha sido ampliamente investigada desde la expedición del paleontólogo Carlos Ameghino en 1905, por ser el área más rica en fósiles prehistóricos de América del Sur. Zona de asentamiento indígena desde el paleolítico, a partir del siglo VII d.C. desarrolló una producción cerámica bastante importante que, aunque conocida sólo fragmentariamente, fue exportada a través del Chaco hacia el actual Paraguay, y al otro lado de los Andes, en los territorios de los araucanos, al sur de Chile, y los diaguitas, al norte. Algunos arqueólogos han relacionado la base étnica de la cultura de Santa María con estos últimos, aunque las evidencias presentadas no son concluyentes.