Los dos cúmulos abiertos más conocidos son las Pléyades y las Hiadas, ambos observables a simple vista, en la constelación Tauro. El cúmulo de las Hiadas se encuentra a unos 150 años luz de la Tierra y posee un diámetro aparente de 5º, unas diez veces el tamaño aparente de la Luna; el diámetro real del cúmulo es de unos 15 años luz. El cúmulo de las Pléyades (popularmente conocido como las “Siete Hermanas”) posee un diámetro real similar, pero se encuentra a una distancia de unos 400 años luz y, por tanto, su diámetro aparente es de 2º. Se estima que la edad de las Hiadas es de unos 660 millones de años. El cúmulo de las Pléyades es mucho más joven y se formó durante los últimos 80 millones de años; la edad de los miembros más calientes y brillantes no supera unos pocos millones de años.
Los cúmulos abiertos se forman a partir de nubes de gas y polvo en los brazos de una galaxia espiral. Regiones más densas de la nube se contraen bajo el tirón hacia el interior ejercido por su propia gravedad, dando lugar ocasionalmente a estrellas individuales. La nebulosa de Orión es un ejemplo de una región en la que todavía se están formando estrellas. En el centro de la nebulosa se encuentra un grupo de estrellas viejas conocido como el Trapecio. Dentro de la nebulosa hay suficiente cantidad de gas como para formar otros cientos de estrellas del mismo tipo.