La cúpula es una cubierta cóncava de un edificio, por lo general de forma semiesférica, sobre una planta circular o elíptica. Hasta el siglo XIX sólo se podían construir en piedra (natural o artificial) o madera (o combinando ambas), y en muchas ocasiones se reforzaban mediante tirantes de hierro, dispuestos en la zona del riñón, para contener los empujes tangenciales que produce esta estructura. A partir de la Revolución Industrial aparecieron numerosos materiales aptos para construir una cúpula, tales como hierro colado, hormigón armado, acero, aluminio, madera laminada o plásticos.