Flora Vascular de Andalucía Occidental: Perennes. Tallos simples, cubiertos de hojas escamosas imbricadas. Flores en racimos terminales densos; las superiores masculinas; las inferiores femeninas, sentadas o cortamente pediceladas, con 1 bráctea y generalmente con 2 bracteolas. Periantio tubuloso, tetralobulado, papiloso. Androceo monodelfo, con 8 estambres soldados por los filamentos. Estilo simple. Estigma globoso.

 

Flora Iberica: Plantas perennes, parásitas de diversas especies de Cistaceae, carnosas, coloreadas, monoicas o dioicas. Tallos simples, a veces muy cortos, de aspecto mazudo, parcialmente hipogeos –que revientan la tierra al emerger–, recubiertos de hojas –consideradas brácteas por algunos– alternas, imbricadas. Inflorescencia terminal, en espiga capituliforme, densa. Flores solitarias, en las axilas de brácteas coloreadas, subsésiles o cortamente pediceladas y provistas de 2 bractéolas adnadas a la base del perianto; las superiores –o internas– masculinas, las inferiores –o externas– femeninas. Perianto persistente, ± cilindráceo o infundibuliforme en las flores masculinas, lageniforme en las femeninas, con 4 lóbulos. Estambres 8-10, en un solo verticilo, soldados a la columna de forma que las anteras rodean el ápice de ésta a modo de anillo; anteras extrorsas, con el conectivo prolongado en un apéndice. Ovario globoso, unilocular, con placentas parietales desarrolladas, ± concrescente con el tubo del perianto; estilo columnar, corto, incluso; estigma subgloboso, asurcado. Fruto bacciforme. Semillas diminutas, pulverulentas, con perisperma endurecido, en el seno de una pulpa viscosa.