Se aplica a una o más manchas o defectos en la visión que se mantienen en posición fija, este defecto fijo, generalmente, está originado por la lesión de la retina o de las vías visuales, como en caso de desprendimiento de retina, coriorretinitis, lesión traumática, degeneración macular, glaucoma, o en caso de oclusión de las arterias o venas retinianas o cerebrales.