Acción y efecto de degradar o degradarse. En química, la reacción química que consiste en romper uno o varios enlaces en el interior de una molécula, dividiéndose ésta en otras más pequeñas. En química orgánica, la descomposición gradual de moléculas de elevado peso molecular en componentes sencillos. En medicina, se aplica a la fragmentación de una sustancia química a otra menos compleja, normalmente por separación de uno o más grupos, o subgrupos de átomos, como la desaminación. En psicología, la degeneración moral, intelectual o física en el sentido que hay un cambio de grado y no de género.
En ecología, la acidificación y descenso de la fertilidad del suelo y del humus, precedidos por la destrucción de la cobertura vegetal; pérdida de calidad y cantidad de suelo. La degeneración puede deberse a varios procesos: erosión, salinización, contaminación, drenaje, acidificación, laterización y pérdida de la estructura del suelo, o a una combinación de ellos. La degradación del suelo también está ligada a procesos desarrollados a mayor escala, como la desertización, la deforestación, la lluvia ácida, etc.
En geobotánica, es un proceso que consiste en la substitución de las comunidades vegetales de una localidad por otras más distanciadas de la comunidad clímax correspondiente (regresión y regresivo). En la mayor parte de los casos, este proceso, que suele ir acompañado de una disminución en la producción de materia, es consecuencia de la explotación de la vegetación por el hombre (O. de B.). En edafología, significa el paso de un suelo de un tipo a otro, ya sea por modificaciones acaecidas en el interior de los horizontes preexistentes, ya por superposición de nuevos horizontes al primitivo perfil. Se trata, de ordinario, de un fenómeno natural, que, en muchos casos, tiene la significación de un paso adelante en la evolución progresiva que conduce a la clímax edáfica (O. de B.).