La conducta que se opone destructivamente al modelo social, pero acepta algunos de sus valores, dando lugar a la llamada subcultura (gamberrismo). En medicina y psicología (psicología social; psicología criminal) se aplica a la conducta persistentemente antisocial, ilegal o criminal, por parte de niños o adolescentes, hasta un grado en el que no puede ser controlada o corregida por los padres, pone en peligro a otros miembros de la comunidad y se convierte en una preocupación para las fuerzas del orden. Estos patrones de conducta se caracterizan por agresividad, afán de destrucción, hostilidad y crueldad, y son más frecuentes en muchachos que en muchachas.