Acción y efecto de delirar (despropósito, disparate). En medicina y psicología, se aplica al estado caracterizado por obnubilación de la conciencia con ideas incoherentes y alucinaciones o producido por un estado febril o tóxico (estado delirante); perturbación mental que conlleva ideas disparatadas y pérdida de la capacidad de razonar (trastorno delirante). El delirio es un proceso mental orgánico agudo caracterizado por confusión, desorientación, inquietud, obnubilación de la conciencia, incoherencia, miedo, ansiedad, excitación y, a menudo, ilusiones, alucinaciones, normalmente de origen visual, y a veces manías. Este proceso está producido por alteraciones de la funciones cerebrales, que pueden ser el resultado de una amplia gama de procesos metabólicos, como deficiencias de nutrición y desequilibrios endocrinos; estrés posparto o postoperatorio; ingestión de sustancias tóxicas, como diversos gases, metales o drogas, incluido el alcohol, y otras causas de shock físico y mental, o agotamiento. El delirio también se aplica a la creencia o percepción persistente y aberrante, mantenida como inviolable por una persona incluso cuando es ilógica, extraordinaria y probablemente errónea; algunos tipos de delirio son: delirio agudo, delirio de grandeza, delirio de persecución, delirio de ser controlado, delirio nihilista, delirio por agotamiento, delirio senil, delirio somático, delirio traumático y delirium tremens.