La erupción cutánea provocada por la exposición a un irritante primario o a un antígeno sensibilizante. En el tipo no alérgico, el irritante primario, como un detergente alcalino o un ácido, produce una lesión semejante a una quemadura térmica. En el tipo alérgico, los antígenos sensibilizantes producen una transformación inmunológica en ciertos linfocitos tras una primera exposición. La siguiente exposición al antígeno provoca que los linfocitos liberen una sustancia irritante que produce inflamación, edema y lesiones vesiculares.