Es el resultado habitual de la insuficiencia venosa de las piernas que comienza con edema en el tobillo y evoluciona a pigmentación tostada, eritema moteado, petequias e induración, finalmente, se puede producir atrofia y fibrosis de piel y tejido subcutáneo, con formación de úlceras que curan muy lentamente. La piel afectada se irrita con facilidad y es sensible a los medicamentos tópicos. Es necesario tratar la insuficiencia venosa subyacente. Con frecuencia, la dermatitis se trata mediante reposo en cama, solución de Burow para exudar las lesiones, antibióticos para la infección y corticoides para reducir la inflamación.