La enfermedad inflamatoria crónica común de la piel, se caracteriza por escamas grisáceas, secas o húmedas, y costras amarillentas. Su localización habitual es el cuero cabelludo, los párpados, las cejas, la cara, la superficie externa de las orejas, las axilas, el tórax central, las mamas, la ingle y los pliegues glúteos. Su tratamiento incluye champús de sulfuro de selenio, corticoides tópicos y orales, medidas terapéuticas contra cualquier trastorno sistémico subyacente y otras destinadas a evitar la sudoración y los irritantes externos.