Cuando no se clasifican, la distensión muscular (tirón muscular) engloba lesión relativamente menor en la que resulta dañada fibra muscular, aunque con escasa o nula rotura de los capilares sanguíneos. No obstante, la distensión suele clasificarse como de primero, segundo o tercer grado, según la gravedad del daño muscular.
Distensión de 1.er grado; implica un desgarro de menos del 25 % de la fibra muscular; el músculo es sensible a la palpación, pero no se suele apreciar empeoramiento de su acción.
Distensión 2.º grado; suele comprender en desgarro del 25% al 75% de la fibra muscular, por lo general acompañado de hinchazón y magullamiento, y cierta limitación de la movilidad del músculo.
Distensión 3.er grado; se refiere a la rotura completa de la fibra cuando el músculo queda dividido por completo en dos; se acompaña de sensibilidad dolorosa extrema al tacto, magullamiento grave (hematoma) y deterioro de la movilidad.
La clave del tratamiento primario es descanso, hielo, compresión y elevación (tratamiento DHCE). Se debe aplicar hielo de inmediato después de la lesión (tratamiento con hielo); hay que acudir al médico si el funcionamiento ha empeorado. La distensión leve y moderada suelen beneficiarse de ligero estiramiento dentro del umbral del dolor. La distensión, desgarro y rotura suele afectar a músculo como los isquiotibiales que abarcan dos articulaciones (paradoja de Lombard). Suele ocurrir cuando hace frío y la articulación está rígida y la coordinación empeora por la lentitud de la conducción nerviosa. Llevar ropa adecuada y practicar un calentamiento reduce el riesgo de sufrir distensión muscular (ver también mialgia).