Es un patrón de absorción de las moléculas de un fármaco por distintos tejidos, una vez que aquél penetra en el sistema circulatorio. Dadas las diferencias del pH, del contenido lipídico, de la función de las membranas celulares y de otros factores tisulares individuales, la mayoría de los fármacos tienen una distribución desigual en las distintas partes del organismo.