Se aplica a la situación en la que un paciente presenta los posibles efectos secundarios o síntomas que produce un medicamento o tratamiento solo porque el paciente cree que pueden ocurrir. Por ejemplo, en un ensayo clínico, los pacientes que no reciben un tratamiento activo pero que se les informa sobre los posibles efectos secundarios del tratamiento activo, a veces tienen los mismos efectos secundarios que los pacientes que reciben el tratamiento activo solo porque esperan tenerlos.