Dícese de la relación entre la entrada y salida de producto de trabajo. Convencionalmente, la eficiencia mecánica (EM) del movimiento humano se expresa como la relación de trabajo externo realizado respecto a la producción extra de energía durante el movimiento: EM = W x 100/E-e, donde W es el trabajo externo realizado, E es la producción bruta de energía durante en movimiento y e es el índice metabólico en reposo. La eficiencia mecánica del movimiento muscular suele ser menor por la pérdida de energía libre en forma de calor. Los valores varían según los distintos músculos y tipo de acción muscular. La opinión generalizada de que la eficiencia mecánica para el trabajo muscular es inferior a 25% se ha puesto en entredicho los últimos años. Se ha afirmado que la eficiencia mecánica de algún corredor ha llegado hasta el 40%. Este nivel de eficacia fue inesperado y se creyó que se debía a que parte de la energía de descenso era absorbida por los componentes elásticos de la articulación, lo cual permitía una reserva de energía libre que podía emplearse en la siguiente zancada (ciclo de estiramiento-acortamiento). El entrenamiento tiene un efecto acusado sobre la eficiencia; por ejemplo, la eficiencia neta de un nadador novel tal vez sea del 1%, mientras que la de un nadador de elite puede se cuatro veces mayor.