Dícese del ejercicio ligero o moderado de intensidad decreciente realizado después de una actividad vigorosa. El ejercicio de recuperación activa consiste en la reducción gradual de la actividad que se compone de pedestrismo (o natación lenta) y estiramiento para mantener la flexibilidad y reducir el riesgo de lesión. Los ejercicios de baja intensidad también previenen que la sangre se acumule en las extremidades y ayudan a eliminar los productos de desecho de la actividad vigorosa que contribuyen a la aparición de agujeta. Los ejercicios de recuperación activa están pensados para que el cuerpo recupere lo antes posible el estado previo al ejercicio.