Se aplica a cualquier acción del cuerpo en la que participan los músculos, las articulaciones y los movimientos direccionales naturales como la abducción, extensión, flexión, pronación y rotación. Estos ejercicios se utilizan en forma activa o pasiva para prevenir y tratar deformidades ortopédicas, en la valoración de lesiones y deformidades y en la preparación atlética.