El secado de tejido mediante una corriente de alta frecuencia aplicada por medio de un electrodo con forma de aguja. En medicina, es una técnica electroquirúrgica en la que el tejido se destruye al quemarlo con una descarga eléctrica, se utiliza fundamentalmente para eliminar pequeñas excrecencias superficiales, aunque también se emplea en el curetaje para erradicar tejidos anómalos en capas más profundas de la piel o para detener hemorragias.