La enfermedad parasitaria a causa de el protozoo Trypanosoma cruzi, es trasmitido al hombre a través de la picadura de insectos hematófagos redúvidos (triatominos) (Carlos Chagas, médico brasileño, 1879-1934). El signo más reconocible de infección aguda, es frecuente en niños e inhabitual en adultos, es la inflamación del párpado en el lado próximo a la picadura del insecto, en lo que se conoce como el signo de Romaña. La forma aguda es caracterizada, además, de una lesión en la zona de la picadura, fiebre, debilidad, esplenomegalia y ganglios linfáticos aumentados de tamaño, edema de la cara y las piernas y taquicardia. Esta forma remite en el plazo de 4 meses a no ser que registren complicaciones, como encefalitis. La forma crónica se puede manifestar por miocariopatía o dilatación del esófago o el colon.