Dícese de la lesión del niño en crecimiento donde la inserción del tendón rotuliano en el tubérculo superior de la tibia resulta dañado por uso excesivo. Es una forma de apofisitis en la que se inflama la apófisis de la tibia y los centros de crecimiento de los huesos del tubérculo de la tibia. Su presentación suele ser con dolor en el tubérculo de la tibia y al extender la rodilla contra una resistencia. Suele ocurrir en niños de 9 a 14 años que participan en deportes en los que se flexiona repetidamente las rodillas, como el fútbol, el patinaje y el salto. La flexión de las rodillas genera mucho esfuerzo de tracción en el punto de inserción del tendón rotuliano, el cual, en el deportista joven, sigue siendo débil. Una tensión excesiva y repetida puede provocar arrancamiento de la epífisis. La enfermedad suele curarse espontáneamente a medida que el deportista madura y el cartílago de la epífisis es reemplazado por hueso. Algunos médicos creen que la rodilla debe inmovilizarse y restringir toda actividad durante un período de varias semanas a tras años. Otros médicos piensan que el deportista con esta afección puede seguir haciendo ejercicio con ligero malestar, pero que debe evitar la actividad que cause dolor lo bastante intenso como para limitar el movimiento. A veces un fragmento de hueso (del tubérculo) se convierte en tendón, y hay que extirparlo quirúrgicamente. La exéresis se difiere hasta que el crecimiento se ha completado para evitar la interrupción de las láminas de crecimiento y otras anomalías como la rodilla valga.