Se dice cualquier trastorno inflamatorio de los órganos pélvicos femeninos, especialmente el ocasionado por una infección bacteriana (EIP). Sus características son: fiebre, secreción vaginal maloliente, dolor abdominal inferior, hemorragia uterina anormal, dolor con el coito e hipersensibilidad o dolor en el útero, con afectación del ovario o de la trompa de Falopio en la exploración pélvica bimanual. En caso de que ya se haya desarrollado un absceso, es posible palpar una masa blanda, dolorosa y llena de líquido. La enfermedad inflamatoria pélvica grave suele ser muy dolorosa: la mujer puede estar postrada y requiere analgesia con narcóticos. La enfermedad inflamatoria pélvica recurrente o grave da lugar con frecuencia a cicatrización de las trompas de Falopio, obstrucción e infertilidad.