Es una reacción de hipersensibilidad, como la fiebre del heno o la respuesta alérgica a la picadura de un insecto, se produce por anticuerpos reagínicos (IgE), que provocan desgranulación y liberación de histamina, bradicinina, serotonina y otras aminas vasoactivas. Una dosis inicial sensibilizante del antígeno induce la formación de anticuerpos IgE específicos, y la unión de éstos a mastocitos y basófilos provoca hipersensibilidad a una dosis posterior de estimulación del antígeno. Las reacciones varían desde simples equimosis o enrojecimiento de la piel hasta el shock anafiláctico con riesgo de muerte, dependiendo del tamaño de la muestra sensibilizante y de la forma de entrada en el organismo, del número y distribución de anticuerpos tipo IgE, de la respuesta del huésped, del tiempo de exposición al alergeno, y del tipo de tejido en el que se desarrolla la reacción antígeno-anticuerpo.