El entrenamiento que mejora el sistema cardiorrespiratorio y la eficacia del metabolismo aeróbico. El entrenamiento aeróbico se puede dividir en tres tipos que se superponen: entrenamiento aeróbico de baja intensidad, entrenamiento aeróbico de alta intensidad y entrenamiento de recuperación. La intensidad mínima del entrenamiento, que por lo general causa mejora significativa, requiere un consumo de oxígeno de al menos un 50-55% del consumo máximo de oxígeno. Esto corresponde aproximadamente al 70% de la frecuencia máxima. La intensidad del entrenamiento más eficaz se suele situar entre el 90% y el 100% del consumo máximo de oxígeno, si bien la sesión de larga duración e intensidad baja puede ser tan eficaz como la de duración más corta y elevada intensidad (ver también zona de entrenamiento aeróbico).