El entrenamiento continuo que se ejecuta con una intensidad de trabajo equivalente al 85-95% de la frecuencia cardíaca máxima de una persona. El entrenamiento continuo de gran intensidad es un medio eficaz para desarrollar la resistencia física y, si se practica con la suficiente intensidad, ayuda a desarrollar una velocidad adecuada para la competición. No obstante, se debe incorporar un entrenamiento de ritmo más lento (por ejemplo, fartlek) en el programa de entrenamiento al menos una o dos veces por semana como descanso de estrés de un entrenamiento continuo de gran intensidad.