El entrenamiento practicado del 60% al 80% de la frecuencia cardíaca máxima: pocas veces por encima de 160 lpm en el deportista joven y 140 lpm en el deportista mayor. Este tipo de entrenamiento ininterrumpido está pensado para mejorar la resistencia aeróbica. Se hace hincapié en la distancia más que en la velocidad. El fondista serio corre entre 16 km y 32 km diarios, siendo el cómputo total a la semana 160 km. Este entrenamiento es especialmente aconsejable para la persona mayor o menos en forma, porque somete a menos tensión el sistema cardiovascular y respiratorio que el ejercicio de gran intensidad. Sin embargo, si se practica con demasiada frecuencia, pude provocar lesión por sobrecarga en músculo y articulación. La persona que practica este entrenamiento por motivo de salud, o el deportista que lo emplea para mantenerse fuera de temporada, suele reducir la distancia; por ejemplo, de 5 km a 8 km en el caso del fondista.