Se aplica al fenómeno a favor del cual ciertas plantas de hojas opuestas o verticiladas pueden anómalamente presentarlas ordenadas en sucesión helicoidal. A pesar de ello, sin embargo, siguen unidas por sus bases, sin poder separarse, lo cual obliga al tallo a enroscarse. El espiralismo se ha observado en los géneros Dipsacus, Galium, Valeriana, etc.