La forma de establecer la meta donde la actuación pasada se emplea para computar intervalo de tiempo o distancia que debería conseguirse en futura actuación. Si se consigue el rendimiento esperado para un intervalo, también se considera un éxito a pesar de que el resultado sea una victoria o una derrota: el establecimiento de la meta a intervalo aporta incentivo que hay que cubrir tanto a corto como a largo plazo.