La situación de un sistema fisiológico o función fisiológica que permanece con un valor relativamente constante (equilibrado). Pasado unos cuantos minutos del ejercicio submáximo, por ejemplo, una persona consigue un estado de equilibrio en el que la frecuencia cardíaca y la frecuencia del consumo de oxígeno permanecen constante con una tasa constante de trabajo. Compara con desviación cardiovascular.