Es una urgencia médica que se caracteriza por ataques continuados de episodios convulsivos que se producen sin intervalos de recuperación de la consciencia y con una duración de más de 30 minutos sin interrupciones. El estado pude ser precipitado por la supresión brusca de fármacos anticonvulsivantes, niveles sanguíneos insuficientes de glucosa, tumores cerebrales, lesión cefálica, fiebre elevada o intoxicación. El tratamiento incluye administración i.v. de fármacos anticonvulsivantes, nutrientes y electrólitos.