El papel relativamente rígido que en general se ha asignado al entrenador y profesor de educación física. Se ve al entrenador como alguien que busca la excelencia y la condición física, y que ofrece una imagen dura y relativamente inflexible al equipo y la afición. Algún estudio ha llegado a la conclusión de que (en su mayoría) el entrenador suele ser dominante, capaz de mostrar agresividad con facilidad y no está interesado en la necesidad de dependencia de los demás. Sin embargo, no está claro si este patrón de comportamiento es un reflejo fiel de la personalidad o un medio de ejercer el papel impuesto por la sociedad, y que otro estudio pone de manifiesto que el entrenador no se diferencia de otro miembro de la sociedad en la forma y el grado en que se aprovecha de la situación y la gente.