Knight demostró (1806) que el ortotropismo que presentan los tallos y las raíces se debe a la acción de la gravedad, y que se trata, por consiguiente, de geotropismo, negativo el del tallo y positivo el de la raíz, Se valió para ello de ruedas verticales y horizontales a las que imprimía rápido movimiento, habiendo colocado sobre ellas, previamente, semillas germinantes o plántulas diversas. Se vió claro que la acción de la gravedad ejercía influencia sobre el ortotropismo de aquellos órganos y que podía ser contrarrestada por la fuerza centrífuga.