Se aplica al rasgo fenotípico o enfermedad inducida por factores del medio ambiente pero que recuerda muy de cerca a un fenotipo producido habitualmente por un genotipo específico. El rasgo no es hereditario ni se transmite a la descendencia. Las fenocopias pueden presentar problemas a la hora de la exploración genética y del consejo genético, de modo que será preciso descartar todos los factores exógenos antes de etiquetar como hereditario a cualquier carácter o defecto congénito.
En botánica, el fenotipo producido por influencias mesológica, que resulta idéntico o semejante al fenotipo producido pro un mutante. Los agentes productores de fenocopias son muy diversos, por ejemplo, la elevación súbita de la temperatura, los rayos X y otras variaciones bruscas del medio. Se admite que el agente productor de la fenocopia interviene en las mismas cadenas de reacciones que el mutante altera, hasta resultar el mismo fenotipo. Al contrario de lo que acontece en las mutaciones, las fenocopias no se perpetúan por herencia; en realidad, se trata de casos especiales de fluctuación: el término fue propuesto por Goldschmidt (1935) (J. H. y S.).