El dolor y rigidez en los músculos y articulaciones de carácter difuso o con múltiples puntos sensibles. En medicina, es una forma de reumatismo no articular caracterizada por dolor musculosquelético, espasmo y rigidez, fatiga y grave perturbación del sueño. Los lugares comunes de dolor o rigidez pueden palparse en la parte baja de la espalda, cuello, región del hombro, manos, rodillas, caderas, muslos, piernas y pies. Éstos son conocidos como puntos de desencadenamiento: la terapéutica física, los fármacos antiinflamatorios no esteroideos y los relajantes musculares proporcionan alivio temporal. En patología, es un síndrome crónico que se caracteriza principalmente por un dolor crónico generalizado de origen no articular y sensación dolorosa al presionar unos puntos sensibles específicos. El paciente también se fatiga sin realizar ningún esfuerzo, sufre migrañas, alteración del sueño, ansiedad y depresión. Suele aparecer en mujeres de entre 40 a 50 años y se desconocen las causas que la provocan, aunque ciertos traumatismos, infecciones, cargas físicas, enfermedades inflamatorias crónicas o estados emocionales severos pueden desencadenar su aparición. Al no existir una prueba analítica para detectar esta enfermedad, su diagnóstico es difícil y se suele realizar por eliminación de otras enfermedades como la fatiga crónica. No existe un tratamiento farmacológico específico para esta enfermedad; se emplea la combinación de diversos fármacos utilizados para otras enfermedades conjuntamente con terapias psicológicas.