Es una modalidad de brucelosis, la única que es endémica en Norteamérica, causada por Brucella abortus, microorganismo cuyo nombre deriva de su capacidad de provocar abortos en las vacas. La infección en el ser humano se adquiere por contacto (a través de soluciones de continuidad de la piel) con los tejidos, la sangre, la orina, las secreciones vaginales, los fetos abortivos y sobre todo las placentas de animales infectados (vaca, oveja y cabra) y por la ingestión de leche contaminada o derivados lácteos (queso no pasteurizado) procedentes de vacas infectadas.