La enfermedad inflamatoria sistémica que se puede desarrollar como una reacción tardía a una infección de vías respiratorias altas inadecuadamente tratada, causada por estreptococos betahemolíticos del grupo A (fr; rheumatic fever [rf]). La enfermedad se suele desarrollar en niños de edad escolar y puede afectar al cerebro, corazón, articulaciones, piel o tejidos subcutáneos. La aparición suele ser súbita, por lo general 1 a 5 semanas después de la recuperación de una infección de garrapata o escarlatina. Los primeros síntomas suelen ser fiebre, dolor articular, hemorragia nasal, dolor abdominal y vómitos. Las principales manifestaciones de esta enfermedad son poliatritis migratoria que afecta a numerosas articulaciones y carditis, que produce palpitaciones, dolor de tórax y, en casos graves, síntomas de insuficiencia cardíaca. Las personas afectadas pueden desarrollar también leucocitosis, anemia moderada y proteinuria. Las recidivas de fiebre reumática son frecuentes. Excepto la carditis, todas las manifestaciones de la enfermedad suelen desaparecer sin dejar efectos permanentes. El tratamiento incluye reposo en cama y restricción importante de la actividad normal. Con frecuencia se administra penicilina, incluso si los cultivos de garganta son negativos, y pueden emplearse asimismo esteroides o salicilatos, según la gravedad de la carditis y la artritis asociadas.