La Filaria es un género de nematodos parásitos de los vertebrados, incluido el ser humano, muchas filarias causan enfermedades conocidas conjuntamente como filariasis. El ciclo vital de las filarias depende de dos huéspedes, un vertebrado y un artrópodo que suele ser un insecto. Los gusanos adultos son delgados y transparentes. El macho suele ser la mitad de largo que la hembra. Un canal alimentario sencillo se abre cerca del extremo anal del cuerpo; la hembra presenta dos tubos, que se abren a una vagina anterior, y forman el útero. Los huevos se desarrollan mientras avanzan por el útero. Cuando son liberados, contienen ya microfilarias, o gusanos juveniles de alrededor de 0,008 cm de longitud, envueltos individualmente por una membrana. Cuando se incorporan a la circulación periférica del huésped, estas microfilarias son absorbidas por un insecto hematófago, casi siempre alguna especie de mosquito. Las microfilarias se desprenden de sus envueltas en el estómago del insecto y penetran en su tórax. Tras una ulterior fase de desarrollo en él, los gusanos jóvenes se abren camino hasta la probóscide del insecto. Cuando éste vuelve a alimentarse de la sangre de un vertebrado, las microfilarias penetran bajo la piel del segundo huésped y se incorporan a su torrente sanguíneo a través de la perforación realizada por el insecto o bien penetran en los tejidos subcutáneos. Muchas microfilarias no van más allá, pero algunas acaban encontrando capilares y, a través del sistema circulatorio, acaban llegando al sistema linfático, donde se transforman en gusanos adultos.
La filaria endémica de zonas de África, España, Sudamérica, este de Asia, islas del Caribe, varias islas del Pacífico, y América del Norte, alcanza una longitud máxima cuando es adulto de unos 10 cm. La infección puede carecer de síntomas clínicos o ponerse de manifiesto de diversos modos, de los cuales el más importante (desde el punto de vista médico) es la inflamación de los vasos linfáticos, llamada linfangitis, y la elefantiasis. Excepto en Polinesia, en todas las regiones las microfilarias aparecen en la circulación periférica por la noche, coincidiendo con el periodo de alimentación de los mosquitos y otros insectos portadores. Se han formulado diversas teorías para explicar esta aparición nocturna, aunque, la más aceptada es que la disminución de la actividad del corazón durante la noche contribuye a que las microfilarias queden retenidas en los capilares.
El loa loa, que se aloja en el tejido conectivo y la conjuntiva, produce una enfermedad inflamatoria llamada loaiasis, caracterizada por hinchazones llamadas tumores de Calabar. Este gusano, nativo de la costa oeste de África es transmitido por moscas mordedoras. El gusano de Guinea es un parásito que vive África y Asia. Puede alcanzar los 3 m de longitud y generalmente produce tumores dolorosos, ampollas y forúnculos. Las microfilarias son liberadas en el agua y devoradas por diminutos copépodos. La enfermedad se contrae bebiendo agua contaminada con copépodos infectados.
Otra filaria produce la enfermedad llamada oncocercosis, presente en regiones de África, América Central y Sudamérica. La enfermedad produce irritación y nódulos en la piel, y puede producir ceguera, al parecer debido al efecto de subproductos del metabolismo del gusano invasor.