Virus de la familia Filoviridae, a la cual pertenecen el virus de Ébola y el virus de Marburg. Son causantes de cuadros clínicos similares a las fiebres hemorrágicas virales en el hombre. Los viriones son filamentos pleomórficos (que tienen diferentes formas), parecidos a bacilos, de anchura constante y longitud distinta. Su genoma está constituido por ácido ribonucleico (virus ARN-; virus de cadena simple con sentido negativo).
Estos virus se introdujeron en tres ciudades europeas, Frankfurt del Main, Belgrado y Marburgo (del alemán, Marburg; de ahí el nombre de uno de ellos), a través de monos verdes africanos, que se utilizaban en experimentos encaminados a la obtención de vacunas. Como consecuencia, en 1967 hubo una epidemia en Europa, y en 1975 hubo varios casos de la misma enfermedad en Sudáfrica. Al año siguiente, en 1976, hubo dos epidemias, una en Zaire (actual República Democrática del Congo) y otra en Sudán. Fue entonces cuando se identificó el virus de Ébola.
Ambos virus son similares en su morfología, pero distintos serológicamente (presentan diferentes antígenos). Su transmisión se produce por secreciones respiratorias, sangre, orina, líquidos corporales y semen. Debido a cambios vasculares que ocurren en los órganos se producen lesiones en éstos, que dan lugar a hemorragias. El periodo de incubación de las enfermedades generadas por estos virus es de 4 a 16 días; las manifestaciones clínicas son comienzo súbito, fiebre, cefalea y mialgias, después vómitos, diarrea y náuseas. Se debe mantener aislados a los enfermos para evitar el contagio y se ha recurrido al interferón para su tratamiento terapéutico.