Dícese de la flor que tiene más pétalos de los normales, ora por metamorfosis regresiva de los estambres o de éstos y de los carpelos, como en las rosáceas y ranunculáceas, ora por desdoblamiento o córisis, ya de los pétalos, y por lo tanto sin grandes transformaciones de los mismos, o de los estambres, que al propio tiempo se petalizan, como los claveles dobles. También se le da el nombre de flor doble, a la inflorescencia de las compuestas en que los folículos se convierten en lígulas; en sentido lato, se puede hablar por éste término siempre que, resulta acrecentado el número de piezas del aparato de reclamo, aunque no se trate precisamente de pétalos (Hildebrand, Jahrb. f. wiss. Bot., t. XVII, 1886).