Clase principal de las rodofíceas, en la que se incluye la mayor parte de los géneros de esta división (unos 300). Algas de conformación exterior muy diversa, con el talo atribuible por su estructura fundamental a alguno de los dos tipos siguientes. En todos los casos es característica la existencia de poros areolados con plasmodesmos entre las células: 1.º), de filamento central, o sea con un eje monosifóneo que crece por medio de sucesivas divisiones de la célula apical y produce verticilos de braquiblastos de trecho en trecho. Estas ramillas se desarrollan diversamente; en unos casos quedan sueltas en el seno de una masa mucosa, en otros, se tocan con sus últimas ramificaciones formando una corteza continua; también pueden quedar reducidas a la condición de células pericentrales (en las rodomeláceas); 2.º), de surtidor, en cuyo caso el eje del talo lo constituye un haz de filamentos paralelos con crecimiento terminal, que producen ramificaciones periférica, centrífugas y ascendentes, como quiere indicar el nombre que se le aplica. Por fusión congénita de filamentos, desarrollo secundario de elementos diversos: hifas, estratos corticales y corticorrizoidales, y por otras modificaciones, el talo de las florídeas es susceptible de revestir una gran variedad de formas. Muchas son monocárpicas, otras perennes, y se conocen casos de crecimiento secundario. Reproducción asexuada por medio de monósporas (nemalionales), polísporas, parásporas, seirósporas y propágulos; pero, genuinamente, por tetrásporas, originadas en tetrasporangios dispersos o reunidos en braquiblastos fértiles (tetrasporofilos, estiquidios), en nematecios, o en conceptáculos. Reproducción sexuada por carpogamia; la mayoría de las florídeas son dioicas. De anteridios o espermatangios reunidos en grupos, en nematecios o incluidos en conceptáculos. Cada carpogonio está al final del denominado eje carpogonal, constituído por tres o cuatro células, que en muchos casos suministran material para la formación de una cubierta del gonomoblasto (cistocarpos); asociadas al eje del carpogonio se hallan células auxiliares en varios órdenes (gigartinales, rodimeniales, ceramiales), y al conjunto, sostenido por una célula soporte, se le dice procarpo. Los carpogonios, por lo general, aparecen reunidos en braquiblastos fértiles, a menudo de conformación diferente de los estériles; también pueden alojarse en conceptáculos. La oóspora o zigoto que resulta de la fecundación del carpogonio germina inmediatamente, dando el carposporófito, generación que vive siempre en estrecha dependencia con el gametófito, injertada y aun parásita sobre éste. El carposporófito, gonimoblasto, esporocarpo o conjunto de filamentos esporógenos, produce las carpósporas, bien seguidamente, bien previa fusión protoplasmática, sin cariogamia, con células auxiliares (del procarpo) o nutricias (situadas en otros puntos del gametófito). En el caso de máxima reducción del carposporófito (ceramiales), éste se reduce a una sola célula (protosporogonio), cuyo núcleo pasa a la célula auxiliar y allí se divide para dar las carpósporas directamente. Cuando el gonimoblasto se desarrolla en porciones sucesivas, a cada una de éstas se denomina gonimólobo. Los órganos sexuales y los tetrasporangios se encuentran en pies distintos (se ha observado alguna rara excepción); el gametófito es haploide, y en la carpogamia se pasa de la haplófase a la diplófase. El tetrasporófito puede mostrar en su talo ligeras diferencias respecto al gametófito (ejemplo, tener las células más grandes), y es diploide; la meyosis (meiosis) se intercala en el proceso de la formación de las tetrásporas. Aunque pueden sucederse varias generaciones de tetrasporófitos, la reproducción, sin cambio de fase cromosómica, suele realizarse por medio de monósporas, parásporas, etc. La alternación de fases, en la florídeas, se realiza de acuerdo con uno de los siguientes esquemas, en los que la diplófase va en cursiva:

[Florídeas haplobiontes (nemalionales)] gametófito -> zigoto -> carposporófito -> carpóspora -> gametófito.

[Florídeas diplobiontes] gametófito -> zigoto -> carposporófito -> carpóspora -> tetrasporófito -> tetráspora -> gametófito.

Se distinguen 6 órdenes que se caracterizan por el grado de diferenciación creciente de los órganos y procesos sexuales: nemalionales, gelidiales, criptonemiales, gigartinales, rodimeniales y ceramiales (R. M.).