El estado de la materia en el que las moléculas están muy separadas entre sí y las fuerzas intermoleculares no son capaces de conferir a la sustancia una forma y volumen permanentes. Para fijar el estado de un gas, se necesitan cuatro magnitudes: presión, volumen, temperatura y masa (o también, número de moles). Estas magnitudes se relacionan entre sí mediante la aplicación al gas en estudio de una ecuación de estado. Cuando se aumenta la temperatura o la presión de un gas, la interacción entre las moléculas se hace más intensa.