Se aplica a cualquier tipo de inflamación de la mucosa gástrica, por lo general crónica, causada por una infección bacteriana del estómago: el tipo más habitual es la gastritis por Helicobacter pylori. Muchos casos son asintomáticos, pero puede haber síntomas como dispepsia y hemorragia digestiva. En los pacientes inmunodeprimidos, la gastritis puede ser una complicación de la TB, sífilis u otra afección.