Se da el nombre de glúcidos a las combinaciones orgánicas de tipo de la glucosa (nombre genérico: glucosa) y a las que dan glucosa por hidrólisis (glucósidos). También se incluyen en el mismo concepto los polialcoholes en relación genética con las glucosas.
Las glucosas se clasifican atendiendo al número de átomos de carbono que poseen, siendo las más importantes las pentosas, C5H10O5 y las hexosas C6H12O6 heterósidos, según que por hidrólisis den o no exclusivamente glucosas. A su vez los primeros pueden ser di-, tri-, tetra- y poli- holósidos, en razón de que deriven de casa moléculas de holósido dos, tres, cuatro, o un número indefinido de moléculas de glucosas; ejemplo la sacarosa es un diholósido, y el almidón, un poliholósido.
con el nombre de azúcares se han designado frecuentemente las glucosas (monosas, monosacáridos) y los holísidos cristalinos, solubles, es decir, aquellos que dan por hidrólisis pocas moléculas de glucosas (oligosacáridos: di-, tri-, tetrasacáridos; o di-, tri- tetraosas); en cambio, los poliholósidos, insolubles y de peso molecular indeterminado, se llaman también frecuentemente polisacáridos. Es frecuente reunir todos estos grupos bajo la denominación general y más antigua de hidratos de carbono, por la relación, igual a la del agua, en que se encuentran sus números de átomos de hidrógeno y oxígeno.
Los polialcoholes se han llamado también azúcares no reductores. La palabra clásica de glucósidos se refieres todavía con frecuencia a su significado antiguo, correspondiente al actual de heterósidos.
Las glucosas habían recibido generalmente fórmulas acíclicas; hoy se prefiere, por responder mejor a las propiedades de la substancia, una fórmula derivada fácilmente de la anterior por formación de un semiacetal interno entre el grupo carbonilo y un grupo alcohólico en 5 ó en 4 respecto de él: son las fórmulas semiacetal o lactólicas; la I también se llama fórmula de piranosa, y la II de furanosa.
Las glucosas libres son siempre de fórmula cíclica, y generalmente piranósica, e igualmente entran de esta manera en la formación de glucósidos, completando el acetal con derivados hidroxilados o amínicos (heterósidos). No obstante, es frecuente y cómodo expresar las fórmulas de configuración, donde se da la de cada átomo de carbono asimétrico, por fórmulas abiertas, lo que no tiene inconveniente alguno por el paso fácil a la fórmulas cerradas; en tales fórmulas de configuración se omiten convencionalmente los carbonos asimétricos.
Los glucósidos se derivan de las glucosas, y también de otros glucósidos, escribiendo su forma semiacetal y formando el acetal completo por combinación con derivados hidroxilados y aminados. De la glucosa normal, por ejemplo, existen dos formas semiacetal de configuración diferente, y de ellas derivarán dos clases de glucósidos.
Cuando ROH no es un azúcar, resultan dos heterósidos. En otro caso (holósidos), como en el radical R hay otros grupos hidroxilos que pueden formar el glucósido, hay que especificar cual de ellos es el que completó el acetal; por ejemplo, la maltosa es un 4,α-glucósido <1,5>-glucosa <1,5>; o sea que las dos moléculas de glucosa de esta biosa tienen el puente oxídico en 1,5, y la molécula I, de la que se deriva el glucósido, es α-glucosa y está unida al carbono 4 de la molécula II; véase configuración (P. V.).