El glucógeno acumulado en el músculo. El glucógeno muscular no contribuye a mantener la glucosa en sangre: se emplea solo en el músculo en que se acumula. El glucógeno muscular es la principal fuente de energía metabólica durante un ejercicio duro y prolongado. La fatiga se asocia con su depleción, incluso cuando todavía se dispone de grasas como aporte energético. Por lo general, una persona tiene en torno a 1,5 g de glucógeno por cada 100 g de músculo fresco. Por sí mismo, aporta suficiente energía para unos 80 minutos de actividad.