Acción y efecto de habituar o habituarse. Se aplica al proceso de aprendizaje que provoca la disminución y pérdida final de una respuesta conductual o una sensación normal; la habituación es producto de una estimulación continuada con un estímulo constante. Así se explica, por ejemplo, que el jugador de cricket se acostumbre a llevar un equipamiento incómodo (como el casco protector) y el nadador se acostumbre al agua fría. En medicina, se aplica a la necesidad imperiosa de droga cuando el efecto de esta han cesado; es propia en especial del adicto al opiáceo, aunque también puede darse en adicto a otra droga o fármaco, como el alcohol y la anfetamina.