El fenómeno en virtud del cual puede distinguirse en una misma planta dicotiledónea dos tipos de raíces diferenciadas morfológica e histológicamente en consonancia con sus funciones, las raíces fijadoras, que constituyen el sostén de la planta, y las raíces conductoras, destinadas a la absorción y conducción de los jugos nutricios. Concepto y término debidos a Neuber y Tschirch (Flora, 1905), ampliados y enmendados después por Alten, Noelle, Flaskaemper, etc.