El aumento de la densidad ósea: se produce como respuesta a la actividad física. Los huesos del brazo en crecimiento de un lanzador de béisbol y el brazo de un tenista son más densos y gruesos que los del otro brazo. Además, la actividad física aumenta la densidad ósea del esqueleto, y no sólo la de los huesos sometidos a estrés. La hipertrofia ósea se estimula más con la magnitud de la carga que con la frecuencia de ésta. Por tanto, parece ser mayor en el halterófilo que en el corredor. Aunque es mayor en el ejercicio en carga, también se produce en menor medida en deporte como el ciclismo. El nadador que pasa mucho más tiempo en el agua puede que tenga menor densidad mineral ósea que la persona sedentaria. La hipertrofia ósea reduce el riesgo de osteoporosis. Compara con atrofia ósea.