La disminución lenta, por lo general insidiosa, del flujo de oxígeno a las células tisulares como consecuencia de enfermedades pulmonares que son gradualmente destructivas o fibróticas, alteraciones cardíacas congénitas o adquiridas o hemorragia crónica. Por lo habitual existe una ausencia de síntomas agudos, aunque la persona desarrolla una fatiga mental y física persistente, muestra lentitud en sus respuestas mentales y se queja de pérdida de la capacidad para realizar su actividad física habitual.