La extirpación quirúrgica de uno o ambos ovarios y trompas junto con el útero, realizada habitualmente para tratar enfermedades neoplásicas malignas del tracto reproductor y la endometriosis crónica; para evitar la sintomatología intensa de la menopausia repentina, se deja una porción de un ovario, a menos que exista una enfermedad maligna.