El límite visual de la superficie terrestre, donde parecen juntarse el cielo y la tierra (horizonte natural, horizonte terrestre u horizonte visibles); es decir, la línea que limita la zona de la esfera terrestre visible desde un lugar determinado; se aplica al espacio circular de la superficie del globo, encerrado por dicha línea.
En astronomía, la línea casi circular que forma la línea fronteriza de la superficie de la Tierra, a la vista de un observador donde el cielo y la Tierra parecen encontrarse: a esta línea se la conoce como el horizonte visible o horizonte apreciable. En horizonte de la mar: el horizonte es un círculo perfecto, y la distancia en kilómetros a este horizonte se calcula, con mucha aproximación, multiplicando, la altura del observador por doce metros y medio, y sacando la raíz cuadrada del resultado; sin embargo, y desde tierra, el círculo del horizonte generalmente es imperfecto debido a los obstáculos topográficos o de otro tipo. El horizonte celeste (u horizonte real): está formado por un plano paralelo al horizonte que puede ver el observador y que pasa por el centro de la Tierra; esto sirve como referencia en el sistema de coordenadas astronómicas del horizonte.
En geología, cada uno de los niveles estratificados en que puede dividirse el perfil del suelo (confiere horizonte estratificado); se aplica a cada una de las capas horizontales que se suceden en el perfil vertical de un suelo.
En filosofía, en el existencialismo, el conjunto de límites últimos dentro de los cuales hay que situar al ser para comprenderlo.
En medicina y anatomía, se aplica a la etapa específica del desarrollo embrionario humano determinada por la aparición y formación final de ciertas características anatómicas; la clasificación abarca 23 etapas, cada una de ellas con una duración de 2 a 3 días, iniciándose con la fertilización del óvulo y terminando de 7 a 9 semanas después, con la iniciación del período fetal de la vida intrauterina.