Entre los instrumentos de percusión que emiten sonidos sin altura determinada destacan el tambor, la caja y el bombo. En el siglo XIX este grupo ha aumentado con la incorporación de los bongos y la conga, procedentes de la música iberoamericana, y el tom-tom de los aborígenes del norte de América. El pandero está relacionado con este grupo. Es un tambor de aro al que se pueden añadir objetos metálicos para producir otros sonidos (pandereta). La base de la batería utilizada en la música jazz y rock se compone, principalmente, de una caja clara, un bombo, unos timbales y varios platillos. Otros instrumentos destacables son el triángulo (golpeado con una varilla metálica), los platos (se entrechocan), el tam-tam, el cencerro, los cascabeles y el yunque (normalmente más pequeño que el normal).
Entre los de madera podemos incluir las castañuelas (en las orquestas montadas sobre un mango), las maracas y la cabaca, procedentes de la música iberoamericana y fabricadas originariamente con calabazas, las claves (dos cilindros de madera que se hacen sonar entrechocándolos), el wood block o caja china (tacos de madera con una ranura para que tenga resonancia, que se golpea con una baqueta), y el temple block (parecido a la caja china pero con forma esférica y montado sobre un soporte con otros de diversos tamaños). La utilización de técnicas de interpretación diferentes añade muchos tipos de sonidos.